lunes, 28 de octubre de 2013

Israel... V



Israel llevó a Sara a su restaurante favorito el día de su aniversario, desde hace tiempo había pensado en esa noche donde podría contarle y confesarle a Sara lo que tanto había rondado en su cabeza, pidió champán como es costumbre en las cenas importantes y dramáticas tenía predispuesto su diálogo y las piernas le temblaban, el traje le picaba y los zapatos le incomodaban, ella llevaba su vestido rojo y atrevido que había comprado para la noche, estaba hermosa llegaron, cenaron, platicaron de esto y de aquello, bromearon sobre el futuro, recordaron como se habían hecho novios y su primera cita que había sido un fracaso de adolescentes, llegó el momento del brindis, Israel estaba nervioso se tocaba el bolsillo mientras jugueteaba con la copa, brindaron:

I; Hay algo que debo decirte, eres muy hermosa y te amo.

Sara tenia una sonrisa de oreja a oreja solo esperando el momento soñado de toda mujer, después de tanto tiempo se daría el siguiente paso.

I; Quisiera pasar el resto de mi Vida  contigo... En ese momento el bombeo del corazón de Israel se aceleró, en su mente se juntaron un montón de imágenes de su vida oculta, de Samuel, recordó su voz de la llamada que él le había hecho por la tarde, lo bien que se sintió platicando, riendo...

Sa;  Israel me tienes muy nerviosa continua.

I; te amo... Y por eso no te puedo hacer esto...yo, yo, soy gay!  al decir eso rompió en llanto y dejo caer el anillo que tenia entre los dedos, las palabras de Israel hicieron eco en la cabeza de Sara quedó boquiabierta todo le dio vueltas y cobraron sentido tantas cosas, se sintió engañada, tonta, crédula no sabia que hacer,después de unos minutos de silencio total, ella se movió lentamente y se sirvió una copa del champán tan esperado y la bebió de un trago, luego tomó otra y otra y otra tan rápidamente que Israel no tuvo tiempo de reaccionar. La botella quedó vacía igual que el dialogo entre ellos.

Sara fue la que rompió el silencio;
Sa;  ¿Porqué?, me lo sueltas así, todo este tiempo me engañaste, fui tonta, soporte esa humillación de la restricción del sexo pensando que yo era el problema, no estaba del todo equivocada después de todo.


I; No quería dañarte, no quería dañarme  le dijo mientras se limpiaba las lágrimas me aferre a lo que teníamos, quería hacerlo funcionar pero no puedo, perdóname

Sara lloró y le dijo cuan furiosa estaba con ella misma por insistir en su relación porque lo amaba. Israel le contó la frustración y el miedo que sentía por lo que era le dijo que la amaba como a una hermana y no quería perderla, ella se levantó y le confesó que le había sido infiel varias veces y la culpa la había torturado pero ahora era libre, eran libres los dos.

Todo fue silencio entre los dos otra vez, pasado un momento Sara se sentó,  lo miró a los ojos y poniéndose el anillo le dijo; "Acepto".

martes, 15 de octubre de 2013

Israel... IV



Llegó a casa de Anahí confundido, le contó lo que había pasado como siempre le contaba todo a lujo de detalles, le dijo lo bien que se había sentido con Samuel el que le tocará la mano fue un balde de agua fría y a su vez una caricia que se le hizo eterna y cálida, como siempre Anahí no estaba de acuerdo en que luchara contra sí mismo e insistió en que dejara el teatro con Sara pues no lo llevaba a ningún sitio, pero él solo agachaba la cabeza y repetía - No puedo - como aferrándose eso, después de una horas de charla Israel se fue a casa, arrastrando los pies llegó a su cuarto donde empezó a desvestirse para quedar en boxers y disponerse a dormir, al aventar la camisa al cesto de ropa sucia salió al aire un papel blanco que le cayó en las piernas en el que decía.

" 811- 23- 71-55-55 Samuel, espero llames :)"
En algún momento en el transcurso de la noche lo había guardado en su bolsillo y ni siquiera se había percatado de ello, lo miró fijamente por un rato....

Tres días después por la noche el timbre de la casa sonó, Israel acudió rápidamente a abrir mientras se veía una ultima vez al espejo y echaba un vistazo a su alrededor para ver que estuviera todo en orden , mientras abría la puerta sentía como la mano le temblaba y el corazón latía a toda prisa, Samuel entró mirando a Israel fijo a los ojos, no sabía que decir, que hacer, el ambiente se sentía pesado Israel dirigió a Samuel al comedor donde les esperaba una cena sencilla para dos torpemente servida, la mesa estaba acomodada con un torpe intento de elegancia, un iluminado clásico a la luz de las velas era lo único que faltaba en la escena para hacerla perfectamente cursi, por tanto para no hacer tan meloso esto lo omitiremos, Samuel estaba observando esto con asombro y un sentir que ya había experimentado y que sabía nunca podía controlar lo sintió empezar en la punta de los pies, le subía por las piernas que le tambaleaban en ese momento, por el área genital sin pasar por desapercibido haciendo que le diera un cosquilleo que aumento y se extendió por todo su cuerpo, cuando Israel volteó para mirarle mientras hablaba de lo que sea que estaba especificando sobre lo que comerían solo volteo no para alguna respuesta de asentimiento y tal vez una risita por el comentario que acababa decir y él pensaba era divertido en cambió recibió un beso en los labios largo y profundo del que no se quería despegar....

Israel, Israel, Israel!!!! así los gritos de Sara fueron  los que hicieron que despertara de su ensueño , llevaba minutos viendo fijamente el papel que tenía entre los dedos, ensoñando como solía hacerlo,  pero ese ensueño tuvo algo, o tal vez fue la irritante voz de Sara, o la postura que tomó mientras le hablaba o el hecho de que siempre le exigía atención o el hecho de que él no quería dársela, o fue que simplemente se había hartado de estar con ella, se había hartado de su mentira, se había hartado de sus desiciones, ¡si estaba harto! ,¡harto en verdad!, entonces Israel se paró bruscamente de la cama, sin decir nada  se dirigió a la puerta de la casa con un montón de pensamientos entrelazados abrió la puerta y sintió el frió aire de la noche, muy frío, entonces se dio cuenta que estaba harto realmente pero aun tenia miedo, aun le faltaba valentía para salirse de ahí, y para colmo también se dio cuenta que le faltaba ropa pues solo traía unos boxers puestos en esa ocasión...     

martes, 8 de octubre de 2013

Israel.. III

Fastidiado por una pelea con Sara decidió dar una vuelta al centro comercial y hacer una pequeña adquisición, entró a una tienda de electrónica pues recordó que ocupaba una usb extra, fue directo al aparador donde preguntó sonriente por la usb la chica le indicó el pasillo y mientras se dirigía hacia allá seguía platicando con ella, cuando ubicó el pasillo se paseaba de un lado a otro tomó dos usb y las metió a su bolsillo en ese momento una voz detrás suyo sonó en un murmulló que lo paralizó:

- Yo no haría eso, tienen un código que hace que las barras de la entrada pillen, ¿sabes? - 
- ¿Hacer qué exactamente? - respondió sin voltear
- Meter esas usb a tus bolsos amigo, quiero decir esas exactamente, aquellas de abajo no tiene código - dijo el extraño con un tono de complicidad, Israel estaba irritado pues era la primera vez que le descubrían pero cuando escuchó el tono de la voz se sintió cómodo, giró la cabeza para ver con quien hablaba, se quedó en eso, solo viendo, el sujeto era de estatura media,  pelo corto negro,complexión media, aperlado con una sonrisa carismática y ojos grandes color miel que relucían ante él - ¿Entonces?, te cubro toma una para mi- le dijo aquel hombre, esto lo devolvió a la realidad y sin saber que hacer por lo tonto que se sentía por haberse quedado paralizado dejó las usb en el estante, se volteó y apresurado se dirigió a la salida. 

Así fue como conoció a Samuel, al salir de aquella tienda este lo alcanzó se presentó y disculpó por haberlo incomodado le contó que solo trataba de conocerlo pues había llamado su atención en cuanto entró en el local y que si no le molestaba aceptará que le invitara una cerveza en el bar cercano, Israel estaba tenso pues sabía que no debía estar con él estaba sintiendo todo aquello que trataba de reprimir pero a la vez pensaba que era un extraño no había probabilidades de volverlo a ver y el conocerlo mas valdría la pena por pasar un momento de bochorno, se fueron entonces al bar y para su asombro platicaron horas sobre muchos temas, tanto que poco fue lo que bebieron coincidieron en muchas cosas y en otras eran opuestos, resulta que Samuel odiaba tanto como él que la gente llorará por cualquier cosa por ejemplo y resulta que Samuel era un bailador natural y él era una tabla en la pista, como dije pasaron horas en el bar cuando Israel se dio cuenta recordó que había quedado de cenar con Anahí esa noche y se moría por contarle acerca de lo ocurrido esa tarde, se sentía feliz y culpable, en ese momento se sentía libre y a la vez tan atado y en eso estaba cuando Samuel le dio un papel con su número de teléfono escrito al hacerlo le tomó la mano suavemente diciéndole que le llamara otro día a esto Israel reacciono haciéndose para  atrás en un impulso por alejarse
  I; - Espera amigo estas malinterpretando las cosas, yo no...- 
S; - ¿Disculpa? pero creí que estábamos  pasándola muy bien-  
I; Si pero tú, yo... yo no soy gay-
 S; Perdón  creí que tú... que estábamos ya sabes... que lastima realmente me agradaste, quisiera que me marcaras..
 I; - Si bueno, creíste mal! - dijo Israel interrumpiéndolo y salió asustado del lugar no sabía exactamente que trataba de hacer "no se que estaba pensando ni siquiera debí aceptar la invitación"  pensaba.

Estaba muy angustiado, distraído, tal vez se le pudieron haber caído las llaves del carro al tratar de abrirlo, tal vez el celular se le resbalaba de la mano, tal vez montones de pensamientos pasaban por su mente si, tal vez pero el papel con el número en ningún momento lo soltó, se aferró a el y ni siquiera se había percatado de ello.

domingo, 6 de octubre de 2013

Israel....(Capitulo II)

En el momento de esa confesión Anahi estaba aturdida, una persona tan callada, seria, resultaba ser  ¡un ladrón por diversión! con tendencias gays, Israel estaba confundido y asustado no creía que eso fuera normal y había visto como otros chicos de los que sabían eran gays estaban constantemente abusados por los otros compañeros y juzgados por los padres de ellos, pero al menos ya no estaba solo Anahí comprensiva prometió le ayudaría.

Así fue como un día en el que los padres de ella se encontraban fuera de la ciudad Israel se quedo a dormir en casa de ella y fue sorprendido por una Anahi seductora y convencida a quitarle con sus caricias e ideas sexuales a Iván de la cabeza. 

Con tan solo una camisa holgada se la postró enfrente y con movimientos delicados empezó a desnudarlo, él solo estaba ahí parado sin saber que hacer ni decir mientras ella con manos y dientes lo despojaba de sus prendas, de verdad que se esforzaba por sentir algo hacia ella o hacia sus actos pero su amigo allá abajo no respondió, cuando se dio cuenta que estaba por llegar a los genitales despertó de su trance recogió sus prendas cual colegiala indignada y salió corriendo del lugar con los pantalones  a la rodilla, con la cara roja de vergüenza e indignado por el acto, ella trato de detenerlo pero al llegar a la puerta cayó en cuenta que prácticamente estaba desnuda y solo se quedó ahí viendo como su buen amigo trataba de vestirse mientras corría por la calle sin parar.


Tras varias citas arregladas, y otros intentos de seducción Anahi acabo por decirle a Israel que aceptara el hecho de ser gay , pero él no quería esa opción y se negó a esa posibilidad puso todo su empeño en ello, así fue como le pidió a Sara una de las citas que había tenido que fuera su novia, la cual contesto con el esperado Si, Anahi nunca estuvo de acuerdo con la relación, no le gustaba que su amigo se mintiera de esa forma y que de paso dañara a Sara de esa manera, pero no le quedaba mas que apoyarlo.

Pasaron 5 años en los cuales Israel y Sara rompieron y volvieron en muchas ocaciones, ella no era ninguna monja y quería ir mas halla que solo manoseos y besos mustios, tanto tiempo había pasado y él no había querido tener sexo, siempre se excusaba con algo y cuando no se le ocurría nada siempre tenia el argumento de la virginidad hasta el matrimonio apelando a las enseñanzas religiosas de su suegra y el amor ciego que Sara le tenía y con eso siempre ganaba.

Con todo eso Israel cuando se sentía sofocado por las exigencias sexuales de Sara o sentía por mínima que fuera alguna atracción o siquiera se permitía ver "con otros ojos" a un chico se hundía de lleno en su hobby, robar, era tan bueno en eso, siempre era la misma técnica; llegaba, saludaba, inventaba alguna historia con el dependiente, lo hacía reír hasta el cansancio mientras daba una vuelta por la tienda e iba metiendo en sus bolsos lo que cupiera y sin mas se retiraba, nunca había sido atrapado, pues siempre tomaba artículos pequeños y era muy cuidadoso.
Pero siempre hay una primera vez y esta era la suya, algo salió mal, no solo el robo no fue exitoso si no que se enamoro...

sábado, 5 de octubre de 2013

Israel (Capitulo I)

"...Otra vez estaba ahí como esperando mi destino, la vista era hermosa docenas de arboles, cientos de pájaros, algunas personas trotando, el parque era hermoso por las mañanas, esperando a que saliera el sol estaba ahí sentado en una banca fumando un cigarrillo, solo esperando, otra vez.... "


Israel caminaba sin pensar en otra cosa más que en nada, a su paso se alzaban grandes árboles de todo tipo, el aire estaba impregnado por una frescura de olores a hierba, a flores y un olor que no sabía explicar pero que le encantaba, porque le daba la impresión de ser totalmente libre, las flores de todo tipo se veían por doquier petunias, rosas, margaritas, azaleas, de todos colores y olores, una que otro sombra se movía por el espacio, por el gran espacio que constituía es gran parque que más parecía un gran jardín, que él recorría cada que podía, se dio cuenta de cuanta belleza lo rodeaba y de pronto miró el cielo, ya de por si estaba encantado con todo lo demás, le tomó varios segundos admirar la belleza de aquel cielo de atardecer los tenues rayos de sol dando sus últimos reflejos a las nubes que esponjosas y blancas se contornan con ellos y se ven hermosas y a la vez melancólicas de aquellas luz, admiró el color del cielo anaranjado sutil y así estaba perdido en la admiración de todo eso cuando el tono de su celular lo devolvió a la realidad. -¿Hola?-, la llamada era de Anahí su mejor amiga que le recsí quordaba que tenía que volver o la gente se preocuparía, a él realmente no le importaba aun no tenía sus pensamientos claros y era una decisión difícil de tomar, seguir enmascarado con el mismo cuento, o excluido por su propia familia, tal como se había imaginado en varias ocasiones el momento de  la verdad, tanto era ae solo faltaban unas cuantas horas para que se casará con alguien a quien solo veía como una hermana y que debido a el amor que ella le tenía le había seguido el juego pues no tenía nada que perder, pues las relaciones las había olvidado por un tiempo, y ella no tenía prisa  pues estaba más que satisfecha con la felicidad de la amistad y el tiempo con sus amantes, sin molestarse con las galanterías del cortejo. 

El lector que hasta aquí haya llegado necesita explicaciones sobre lo antes narrado así que vayamos un tiempo atrás….

Años antes...
Israel siempre fue un chico astuto, carismático, bien parecido, el tipo al que todas las señoras quisieran como yerno, y las hijas de esas señoras tienen como mejor amigo. Ese justo era el caso de Anahí y él, se conocieron en la secundaria el era un tipo callado, ella para nada lo era, decidida como siempre estableció la primera charla entre ellos en una de tantas clases donde tenían que formar equipos, hicieron clic al instante y ahí comenzó sus complicidad.

 Anahí fue la primer persona a la que Israel había contado su secreto; mantenía una adicción a robar pequeños artículos de las tiendas a las que acudía sentía una cierta sensación que lo llenaba de vida, eso y que estaba tremendamente idiotizado por la belleza juvenil de Iván su compañero de la escuela.